viernes, 25 de marzo de 2016

Estrategia de venta

Los diseñadores de interiores, a la hora de hacer un proyecto, trabajan tanto la parte estética como la funcional (y la constructiva). De esas dos principales, la funcional es la que al final, hace que el proyecto triunfe.

Para que funcione bien un comercio, el/la diseñador/a, cuando trabaja en la distribución del local, debe pensar también en como funciona el ser humano cuando visita un local para comprar. Como situar unos determinados artículos en las estanterías o que iluminación poner para que esa venta tenga éxito.

Este post viene a cuento porque el diario El Correo publica un interesante artículo de Yolanda Veiga sobre la psicología humana y las estrategias de venta: el neuromarketing.


LOS "TRUCOS" DE LOS COMERCIOS PARA QUE "PIQUEMOS"


¿Se acuerdan del olor a pan recién hecho?. Como estrategia de marketing... redonda, porque el olorcillo se expandía por las callejas del pueblo y uno sabía que en esa esquinita se afanaba el panadero, el más madrugador. Es un olor que en la ciudad se pierde, salvo que las panaderías coloquen el extractor en lugar estratégico, directamente a la nariz del paseante. Algunas lo hacen. Se llama estrategia de venta y a Starbucks le funcionó. «Lanzaron un aroma a café a la calle para despertar la necesidad de los viandantes de entrar a tomar algo. El olfato y el oído son los dos sentidos más evocadores. Somos capaces de distinguir hasta mil tipos de elementos olfativos, pero el olfato no está muy explotado en marketing», asegura Miguel Ángel Rodríguez, director de la Escuela Superior de Comunicación y Marketing de Granada. Que 'descubre' las técnicas de los vendedores para hacernos comprar más, estímulos directos al cerebro. Tiene nombre científico, neuromarketing. Y hay ejemplos para todas las narices, desde el "aroma a limpio" sobre el que los fabricantes de limpiasuelos han vertebrado buena parte de su estrategia publicitaria, al plato de pasta con aroma a libro antiguo que sirven en el restaurante El Celler De Can Roca.

Pero pese a lo evocador de los aromas, parece que las cosas siguen entrándonos principalmente, por la vista. Porque los escaparates de las pastelerías no huelen pero ofrecen a la vista un sugerente y dulce espectáculo de formas y colores que anticipan sabores. «El 72% de las decisiones de compra las adoptamos en el punto de venta». Por eso hay que 'envolver' bien los productos. Y por eso los fabricantes de pizzas, por ejemplo, las empaquetan en esas cajas que parece que hasta huelen a queso derretido, a anchoas, a bacon... «El envoltorio es importantísimo y algunos despiertan el hambre con esas fotos que invitan a comer. Como los productos de 'La Lechera', que transmiten muy bien esa idea de artesano, de calidad». Aunque a veces precisamente lo efectivo es quitar 'la foto'. «La Vieja Fábrica fue la primera marca en apostar por los tarros transparentes de sus mermeladas, para que se viera la fruta. Y con esa idea construyeron el eslogan: 'Unos muestran la etiqueta, nosotros la fruta'.

Eso del envoltorio es una técnica de las consideradas casi infalibles, pero no funciona igual con todos los productos. «Las legumbres, por ejemplo, son un tipo de alimento en los que el envase tiene poco valor añadido. En ese caso el comprador elige por precio». Sobre todo si está a: 1,99 o a 2,99... «El cerebro sabe que lo importante es el número que está delante de la coma de los decimales, por lo que si algo vale 9,99, lo importante es que tiene un valor entorno al 9, ya que los decimales son menos importantes, son accesorios, residuales, no son lo más relevante. El cerebro necesita asociar (anclar una idea de valor) a algo: un café vale 1 euro. Si te cobran 1,10, 1,20, 1,40, no te sorprendes. Si te dicen: 2 euros, te escandalizas», ilustra el especialista de ESCO, centro que impulsó el primer master on-line en Neuromarketing en España.

Durante la crisis las marcas blancas plantaron seria batalla a las marcas 'de toda la vida'. Que suelen ser una garantía y algunas, de hecho, se han 'comido' incluso al producto, tomando la parte por el todo. «La gente llama papel Albal al papel de aluminio cuando Albal es solo una marca. Lo mismo pasó con las máquinas Polaroid, que dieron nombre a las fotos instantáneas en general. Y, por supuesto, el Cola-Cao, que no es más que un tipo de leche con chocolate soluble como hay otras en el mercado», explica Rodríguez.

Pero ojo que la marca a veces, rara vez, se pueden volver en contra. «Hubo un anuncio muy recordado, aquel que decía: 'Natillas Danone, listas para tomar'. Los responsables de la marca se dieron cuenta de que su spot contribuyó a que la gente consumiera más natillas, pero no necesariamente de su marca. Porque la gente tenía tan asociado el Danone al yogur que les costaba identificarlo con las natillas, y entonces compraban natillas de otras marcas. La solución que encontraron fue hacer una marca específica para las natillas de Danone, que se llamó Danet».

Los anuncios son un empujón, pero cuando uno llega al supermercado es tal la competencia, que hacen falta otras herramientas de venta. Una en constante evolución es la disposición de los productos. «Hay productos de demanda rígida, que son los que hay que comprar casi todas las semanas: leche, huevos, carne... Esos son productos tractores y se colocan al final para que la gente llegue hasta allí y, por el camino, vea otras cosas, como los batidos, por ejemplo, que no se compran todas las semanas. Y luego están los productos de impulso, que son muy baratos, te hacen mucha falta o simplemente te apetecen: pilas, chicles... se colocan al lado de las cajas y detrás de esa colocación hay una psicología de despertar la necesidad de comprar».

Otra estrategia para llenar la cesta del consumidor es obvia pero efectiva, el 'sampling', cuando te dan a probar en el súper un trocito de un chorizo, un queso... que quieren promocionar.

La música es otra de las viejas herramientas. Y por cierto es horrible y está altísima en una conocida tienda para público femenino joven, una de esas franquicias que hay por toda España. «Esa música nos puede molestar a muchos, pero hay que pensar en quién entra a comprar. Y a esas tiendas entran, sobre todo, chicas de veinte años que están en su ambiente. El establecimiento debe 'conectar' con su público y El Corte Inglés, por ejemplo, probó a poner música instrumental por las mañanas que resultaba agradable e invitaba a 'pasear' por la tienda. Crear un ambiente apacible y sin prisas aumenta las posibilidades de comprar, pero no en todos los casos, porque si los clientes son familias con niños que no tienen tiempo de pasear no tiene sentido ponerles música suave. Entonces habrá que acelerar el tono, para marcar el ritmo de la compra, para que tenga más fluidez».

Música de ese tipo, acelerada, suena en los restaurantes de comida rápida. También hay «sillas incómodas para que no te quedes a tomar el café» y unas luces tirando a potentes que lejos de hacer cálido el ambiente lo enfrían. «La iluminación es fundamental. Las fluorescentes son luces baratas pero frías, agobian un poco, por eso cada vez se tiende más hacia luces más naturales. Un ejemplo son las tiendas de Apple. El color de la marca es el blanco, que es el tono de la pureza y también de lo tecnológico. Los ordenadores son blancos, los mostradores de sus tiendas también. Por eso han optado por las luces amarillentas, para dar calidez» señala Miguel Ángel Rodríguez, y sigue con el ejemplo de Apple. «Su tienda en Nueva York es un cubo de cristal que va cambiando paulatinamente de color: rojizo, verdoso, azulado...».

Al margen de los trucos de los vendedores, los clientes no llegan, por decirlo de alguna manera, vírgenes a una tienda, sino con ciertas certezas ya adquiridas, asegura el especialista. Y señala varios ejemplos: «Si hay mucha gente comprando un producto concreto, hay más probabilidades de que tú acabes comprándolo también. Ante una innovación, el consumidor tiende a sobrevalorar su utilidad e infravalorar sus limitaciones. Y, a la vez, la gente sobreestima la importancia de la información a su alcance. Por ejemplo, conocen a un señor que llegó a los 100 años y comía hamburguesas todos los días. Y automáticamente se cree que las hamburguesas son saludables».


Los "trucos" del supermercado


Los pasillos: La gente huye de los pasillos estrechos. Lo ideal es que puedan cruzarse al menos tres personas con los carros.


Cajas rápidas: Las esperas en las cajas para pagar provocan un efecto disuasorio. Por eso se agilizan los pagos con cajas rápidas, otras para pedidos... Además, algunos supermercados colocan mamparas que impiden ver las colas que se forman en las cajas. Es la manera de que, si la cola es larga, el cliente no dé marcha atrás y se vaya.


Los estantes de abajo: Lo que está abajo es por algo obcio, son productos grandes o que pesan más. Así es más fácil levantarlos.

Los estantes centrales: Lo que está a la altura de los ojos o de las manos es lo que se vende mejor. Se colocan en esa zona productos con grandes márgenes comerciales.

Miramos hacia la derecha: A la derecha de los productos estrella los supermercados colocan otros que se quieren promocionar porque la mayor parte de las personas son diestras y tienden a mirar hacia ese lado.

Una "isla" a la entrada: En muchos supermercados hay una zona llamada isla a la entrada, una especie de contenedor con productos de cierto interés para que la gente se pare y no entre con tanta prisa. No ponen ahí tampoco productos de muchísimo interés porque si no, la gente se amontonaría a la entrada y no dejaría pasar a los demás clientes.

Es falso que... los carritos se desvían a la izquierda para que los manejemos con la mano izquierda y la derecha quede libre pata coger cosas. Pero es verdad que carros y cestas son cada vez más grandes para que lo que metemos dentro nos parezca poco.


Un saludo

jueves, 17 de marzo de 2016

Un camión en el vestuario del Getafe CF


Nada más ver la imagen de la noticia publicada por Marca, he dudado de que eso fuera verdad. A parte de que un camión acabe dentro de un vestuario... me ha chocado más la foto, la cual, se nota bastante que ese camión no está ahí, que es un fotomontaje.

Hay que fijarse en la luz: la sombra que produce el camión en el suelo, los claros y oscuros de la luz reflejados en la carrocería, los reflejos que producirían los supuestos focos del techo... y más, cuando te fijas en la luna del vehículo.

Creo recordar que en una película de James Bond, muestra como los ojos del oponente son como un espejo, es decir, en la luna delantera del camión hay un reflejo de algo que no es del vestuario donde supuestamente está el vehículo.

Además, a través de la ventanilla del conductor, la cual se ve el mobiliario del vestuario, en esa imagen, por mi experiencia editando fotos, debería estar en un segundo plano y el brillo o reflejo antes mencionado, debería ser continuo y ocupar el primer plano.

Y para añadir más, el vehículo lleva el volante en el lado contrario, por lo que no es normal que un vehículo profesional utilizado en España lo lleve en el lado derecho. 

En resumen, después de lo visto y comentado, da la sensación que el camión se encuentra en la calle junto a un pabellón o nave industrial.

Está claro que el objetivo es vender el producto y el camión tiene que aparecer limpio y brillante, sin molestias de sombras para que se vea radiante. Lo que me molesta es que se inventen tal historia con tal de vender. Encima, ya de por si, el contenido del artículo resulta más que extraño y sospechoso, por muy estrecho que sea el camión.

En mi opinión, me mantengo en la falsedad de la foto (y puede que del artículo también), a no ser que alguien me demuestre lo contrario.


Saludos

domingo, 6 de marzo de 2016

Qué ver en el cielo, Marzo 2016

Como cada mes, Fernando Beltrán, en su canal La costa de las estrellas, publica cuatro vídeos (dos para cada hemisferio) de astronomía, que cuentan lo que se podrá ver en el cielo durante este mes. Vídeos que cuentan cosas sobre cielo profundo y las efemérides de este mes.

Hemisferio Norte:





Ver Hemisferio Sur Cielo Profundo y Efemérides.

Saludos